
La falta de chips a nivel mundial podría provocar que hasta mil millones de tarjetas de pago (crédito y débito) queden invalidadas durante lo que resta del año y que se presenten dificultades para mantener el ritmo normal de renovación de éstas. Así lo sostiene la última investigación desarrollada por ABI Research, firma global de inteligencia tecnológica, en agosto del año pasado sobre el mercado de los pagos con plásticos. Concretamente, alerta que en 2022 unos 740 millones de tarjetas podrían quedar obsoletas en todo el mundo, por lo que no existiría oferta de chips para cubrir la demanda necesaria.
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