
Rara es la semana en la que no recibimos dos o tres llamadas de números desconocidos que suelen ser teleoperadores vendiéndonos algún producto o servicio. Por lo general, llaman a la hora de la siesta, a la del desayuno, cuando estás entrando por la puerta de casa al terminar la jornada laboral o cuando estás entrando en clase a primera hora. Lo más habitual es que sean amables y profesionales. La mayoría de las veces finalizan la llamada cuando les dices “gracias, no me interesa”. Pero a veces, no son ninguna de estas cosas. Son integrantes de organizaciones de cibercriminales.
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