
Entre sus contrapartidas, los avances tecnológicos en materia de inteligencia artificial permiten a los profesionales de la materia darle un uso indebido. Los ciberdelincuentes implementan estas nuevas herramientas para perpetrar delitos con técnicas más sofisticadas en robo de identidades, ciberacoso, o violación de los derechos de la intimidad de las personas. Una de las últimas aplicaciones que estamos viendo, es el uso de los deepfakes en entrevistas para conseguir trabajos en remoto.
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