Urge la evacuación inmediata de los casi 100.000 niños y niñas que permanecen en instituciones residenciales

La guerra en Ucrania está trastornando las vidas de millones de niños y niñas, negándoles sus derechos humanos y separando familias. Todo esto se suma a la pandemia de COVID-19, que ha puesto en jaque la salud, la seguridad y la educación de la infancia durante dos años. El peligro es extremo para los niños y las niñas tutelados por el Estado, especialmente para aquellos que permanecen en grandes instituciones residenciales. Toda una generación de niños y niñas corre el riesgo de crecer sin los cuidados que necesita. Desde Aldeas Infantiles SOS reclamamos un cese de las hostilidades que permita la evacuación de civiles y apuntamos cinco áreas de trabajo prioritarias para garantizar la protección de la infancia más vulnerable.

La situación es particularmente desesperada para los 160.000 niños y niñas tutelados por el Estado ucraniano que viven en diferentes entornos de cuidado alternativo. Muchos más podrían perder el cuidado parental a consecuencia de las hostilidades. Están expuestos al peligro de combates y los bombardeos, a menudo sin adultos que los apoyen.

De ellos, casi 100.000 niños y niñas viven en instituciones residenciales, cuyo personal es ya alarmantemente escaso y se enfrenta a importantes desafíos para brindar atención primaria, apoyo psicosocial y asistencia, especialmente a niños y niñas con necesidades especiales. Como resultado, los niños y niñas en estos entornos están expuestos a un mayor riesgo de violencia y abandono y se encuentran aislados, con pocas posibilidades de ser evacuados. Nuestro personal ha identificado al menos tres instituciones para niños y niñas de 0 a 4 años en Kiev, con muchos bebés y niños y niñas pequeños en ellas. “Hemos observado casos de niños y niñas en instituciones que fueron abandonados cuando los cuidadores escaparon de la guerra y los dejaron atrás“, señalan fuentes de la organización en Ucrania.

Nuestro personal en el terreno ha podido evacuar a más de cien niños, niñas y familias de nuestros programas de acogida y llevarlos a un lugar seguro en Polonia y Rumanía. Sin embargo, la guerra ha destrozado el sistema de protección infantil de Ucrania. Desde Aldeas Infantiles SOS estamos haciendo todo lo posible, en colaboración con los gobiernos y las ONG locales y de otros países europeos, para ayudar a más niños y niñas en familias vulnerables y en cuidados alternativos.

Para lograrlo, reclamamos un cese inmediato de las hostilidades hasta que se haya negociado un alto el fuego y pedimos que se priorice el cuidado y la protección de la infancia y el respeto a sus derechos humanos. Hacemos, asimismo, una llamada a la comunidad internacional y a nuestro aliados para que se unan con el objetivo de garantizar que los niños y las niñas que han perdido el cuidado de sus padres y aquellos en riesgo de perderlo reciban la protección y la atención que necesitan y a la que tienen derecho.

Las intervenciones deben centrarse en las siguientes cinco prioridades:

  1. El mantenimiento de corredores humanitarios y el cumplimiento del derecho internacional humanitario en los conflictos relevante para la infancia, en particular la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención para la Protección de las Personas Civiles en Tiempo de Guerra. Según la Red Ucraniana de Derechos del Niño, no se ha brindado la oportunidad de evacuar a la población afectada por el conflicto, lo que viola gravemente los derechos básicos de los niños y niñas a la vida y la supervivencia. Durante los primeros siete días de la guerra, 21 niños y niñas murieron y 55 resultaron heridos.
  2. La evacuación inmediata de niños y niñas en instituciones. Miles de niños y niñas están atrapados en instituciones bajo las bombas sin un padre, madre o cuidador que les brinde cariño, cuidado y protección. Son uno de los grupos más amenazados, con alto riesgo de abandono, violencia y tráfico de personas. En la mayoría de los casos, tienen pocas posibilidades de huir y luchan por recibir los recursos básicos.
  3. El suministro de ayuda humanitaria vital, incluida la atención a la salud mental y el apoyo psicosocial a los niños y niñas afectados por la guerra y a sus familias, así como a profesionales de cuidados alternativos, tanto dentro del territorio ucraniano como en los países vecinos. El acceso a alimentos, vivienda y atención médica es precario y debe garantizarse a través de intervenciones humanitarias. Además de estos servicios básicos, los programas enfocados en el cuidado de la salud mental y el apoyo psicosocial deben integrarse en la respuesta de emergencia lo antes posible.
  4. La provisión de refugio y atención de emergencia de calidad a todos los niños, niñas y adultos que huyen de la guerra. El número de civiles que abandonan sus hogares en busca de protección sigue creciendo, y las proyecciones prevén entre 4 y 7 millones de refugiados. Muchos de ellos son niños y niñas, con o sin padres o cuidadores. Nuestro personal en los países vecinos está trabajando para brindar atención y protección a tantos niños y niñas como sea posible.
  5. Creación de planes a medio y largo plazo para que los niños y niñas vean cumplido su derecho a una atención y protección de calidad, tanto en Ucrania como en los países que los reciben. Esto incluye la reconstrucción de los sistemas de protección infantil, cuidados alternativos y educación. La comunidad internacional, los gobiernos y la sociedad civil deben trabajar juntos para proporcionar a los niños y niñas afectados por la guerra acceso continuado a cuidados alternativos de calidad, fortalecimiento familiar y educación como parte de las respuestas de emergencia, así como planes a más largo plazo para reconstruir sistemas sólidos de cuidado y protección infantil.

Desde Aldeas Infantiles SOS damos la bienvenida a la reciente aprobación de la Directiva sobre protección temporal de la UE para otorgar protección temporal a niños, niñas, familias y cuidadores desplazados en los países de llegada. Sin embargo, es necesario que los estados miembros compartan la responsabilidad de otorgar a estos niños y niñas el acceso a una atención continua y servicios esenciales a largo plazo, incluida la educación y el cuidado alternativo basado en la familia y la comunidad. Además, deben fortalecer los mecanismos de recepción, y asilo, evitando la desaparición y el tráfico de niños y niñas, fortaleciendo los sistemas de tutela y las derivaciones al cuidado alternativo, y garantizando el pleno acceso a los servicios para todos los niños y niñas, independientemente de su estatus migratorio.

En Aldeas Infantiles SOS España ponemos a disposición del Gobierno y de las CCAA nuestra experiencia y nuestros programas con el fin de facilitar el proceso de recepción y acogida de los niños, niñas y adolescentes que se encuentren solos y de las familias de refugiados, en especial de aquellas encabezadas por mujeres, por ser especialmente vulnerables.

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