
El fuerte terremoto que sacudió ayer el sur de Turquía y el norte de Siria, causando la muerte de más de 4.300 personas y miles de heridos en ambos países, implicará para un número aún por determinar de niños y niñas la pérdida de uno o ambos progenitores o cuidadores. Así lo ha asegurado Aldeas Infantiles SOS, que ha confirmado, tras realizar una primera evaluación en terreno, que el seísmo no ha provocado víctimas ni daños significativos en sus múltiples programas en Siria.
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