
Durante los últimos años y debido en parte a una preocupación creciente de las personas por conocer mejor su estado de salud, el número de wearables vendidos a nivel mundial no ha parado de crecer. De hecho, la reconocida consultora IDC, pronostica que el mercado continuará creciendo en 2023, con especial énfasis en los relojes inteligentes[1]. Estos dispositivos de monitorización desempeñan un papel cada vez más importante en la gestión del bienestar o el deporte, pasando de ser simples accesorios a convertirse en un elemento esencial y de acompañamiento en el día a día.
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