
En un mundo cada vez más digitalizado, el fraude por suplantación de identidad se ha convertido en una de las mayores amenazas para la seguridad digital, reportando pérdidas de más de 1.100 millones de dólares a las víctimas en 2023, según la FTC. Y es que este tipo de fraude puede adoptar múltiples formas, desde el phishing y el uso de aplicaciones móviles fraudulentas, hasta la creación de perfiles falsos en redes sociales.
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