
El sector de la experiencia de cliente (CX) cierra 2025 como un año marcado por la aceleración tecnológica y un cambio profundo en las expectativas de los usuarios. Las empresas han avanzado en la automatización de procesos, la adopción de nuevas capacidades digitales y la diversificación de canales. Sin embargo, este crecimiento también ha puesto de manifiesto desafíos relevantes: una mayor saturación de comunicaciones, ecosistemas tecnológicos cada vez más complejos y una adopción de la inteligencia artificial que continúa evolucionando para responder mejor a las necesidades del usuario. Todo ello evidencia un movimiento claro del mercado hacia modelos más simples, coordinados y centrados en la confianza.
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