
Ya sabemos cómo es esto del marketing: cuantos más followers tenga una empresa en Instagram, mejor. La última tendencia son los sorteos. Se han puesto tan de moda que es raro el día en que no nos etiquetan en alguno de ellos. Su fórmula mágica es sencilla: por medio de una rifa virtual de algún regalo, y gracias a la ayuda de algún influencer, una empresa puede conseguir miles de nuevos seguidores en pocas semanas. Para participar, lo único que hay que hacer es etiquetar a todos los amigos que se quiera.
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Desde hace algo más de tres semanas, unos hackers tienen cibersecuestrada a toda la ciudad de Baltimore, en Estados Unidos, a cambio de un rescate de 100.000 dólares. Como era de esperar, las autoridades del consistorio no han cedido al chantaje y, desde entonces, ningún vecino de la ciudad puede interactuar online con el Ayuntamiento para pagar tasas, revisar información, o ver sus multas. Pero el verdadero problema es que la ciudad está colapsada y atada de pies y manos para realizar cualquier actividad económica. Esto es porque los hackers no permiten trabajar a los funcionarios del consistorio, con lo que no pueden enviar email, ni emitir facturas, al tiempo que se ha paralizado el mercado inmobiliario.
Los tipos de ciberdelincuentes, sus habilidades y las armas con las que cuentan son de lo más variados. Desde unos delincuentes menos sofisticados que atacan en grupo para intimidar a las compañías menos protegidas, hasta grupos de hackers avanzados que apuntan a «grandes premios» lanzando varias oleadas de ataques que pueden no incluir ningún malware, según Kaspersky Lab. Puede llegar a ser relativamente fácil evitar ciertos golpes, pero para enfrentarse a un atacante hábil conviene estar bien preparado.
Pese a los fuertes esfuerzos de Google y Facebook por evitar las páginas con contenidos falsos, los hackers siempre van un paso por delante. Es el caso de la nueva estafa online que llega a través de Instagram,el ejemplo más llamativo por su volumen es el siguiente: se ha publicado una serie de anuncios con unas ofertas de más del 70% de descuento en zapatos de la marca Timberland.
El verano es una de las épocas ‘preferidas’ por los cibercriminales, porque durante las vacaciones solemos estar menos alerta. Los grupos organizados de hackers tienden a hacer ataques de phishing, en los que suplantan la identidad de terceros para engañar a sus víctimas y, de esta manera, instalarles malware, robarles información personal y, en el peor de los casos, acceder a sus cuentas bancarias o irrumpir en sus viviendas.
Si hay algo que siempre se ha hecho fatal en Hollywood es la representación de los hackers en las películas. Primero, porque los muestra como tipos realmente raros; de esos que se alimentan exclusivamente de pizza y que a los treinta-y-tantos siguen viviendo en la casa de su madre, que sólo abandonan una vez al año para ir a Comic-Con. Lo segundo y más importante, es porque en cualquier película parece que es posible hackear el sistema de seguridad del Departamento de Defensa de Estados Unidos en 40 segundos con sólo tocar unas cuantas teclas y mover una figura en 3D, hasta que encajen unas piezas de un puzzle.
Los días cercanos a San Valentín son una de esas fechas del año en las que algunos cibercriminales suelen hacer su particular “agosto”. Aprovechando el tirón que tienen las redes sociales de citas y que muchas personas andan en este momento del año algo más susceptibles de lo habitual por no tener pareja, los hackers aprovechan para engañar y beneficiarse de los más desprevenidos.
