El reciente anuncio de Google de retrasar un año, hasta 2024, la desaparición de cookies de terceros ha dado a los ecommerce más tiempo para implantar sistemas de recopilación de datos que sustituyan a las tradicionales cookies de los navegadores que rastrean los movimientos de los usuarios.
Las marcas afrontan con una gran incertidumbre el año 2021. La lenta recuperación de la economía a escala global se une a los enormes cambios que está experimentando el comportamiento del consumidor, a una incesante evolución tecnológica y de las condiciones del ecosistema del martech. Con presupuestos ajustados en la mayor parte de las compañías, la necesidad de aumentar su competitividad y mejorar el ROI resulta más urgente.
Las cookies de terceros tienen fecha de caducidad: 2022. Google, Apple, Microsoft y Mozilla las eliminarán de sus buscadores, lo que tendrá un gran impacto en el marketing digital, desde el modelo de atribución hasta la personalización y el análisis de las conversiones.
Esta decisión ha provocado un terremoto en el ecosistema del marketing digital, que tenía en las cookies a un gran aliado para servir anuncios de manera personalizada a los usuarios. Para hacerse una idea, el 82% de los anuncios online se basan en cookies. El 77,4% de las webs utilizan al menos una cookie; y el 21% de las webs tienen más de diez. Se estima que hay más de un millar de cookies alojadas en ordenadores.