
La guerra en Ucrania está trastornando las vidas de millones de niños y niñas, negándoles sus derechos humanos y separando familias. Todo esto se suma a la pandemia de COVID-19, que ha puesto en jaque la salud, la seguridad y la educación de la infancia durante dos años. El peligro es extremo para los niños y las niñas tutelados por el Estado, especialmente para aquellos que permanecen en grandes instituciones residenciales. Toda una generación de niños y niñas corre el riesgo de crecer sin los cuidados que necesita. Desde Aldeas Infantiles SOS reclamamos un cese de las hostilidades que permita la evacuación de civiles y apuntamos cinco áreas de trabajo prioritarias para garantizar la protección de la infancia más vulnerable.
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