
Hace unos años, la posibilidad de trabajar un día desde casa era todavía una excepción y en la mayoría de los casos sólo se ofrecía a empleados con horarios estrictos “entre las 9 de la mañana y las 3 de la tarde”, o cuando había que cuidar a niños enfermos. En la actualidad, los modelos de trabajo flexibles y el trabajo desde casa se han consolidado en el mundo laboral. Pero hay un aspecto que a menudo se descuida.
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