
Apple lo ha vuelto a hacer. Cada otoño, la compañía de Cupertino lanza su nueva generación de iPhone y, junto a las mejoras técnicas, introduce un detalle que se convierte en conversación global: el color de temporada. Este año, la auténtica estrella no ha sido ni el titanio ni la cámara mejorada, sino un atrevido naranja bautizado como Cosmic Orange. Vibrante, energético y con un guiño directo a la creatividad, se ha convertido en el tono más comentado en redes sociales y el más codiciado por quienes buscan diferenciarse. La trampa, sin embargo, es que Apple ha reservado este acabado únicamente para las versiones Pro del iPhone 17.
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