
Una estafa en rápida expansión está poniendo en jaque a usuarios de WhatsApp alrededor del mundo, aprovechando una de las funciones más recientes de la aplicación: la opción de compartir pantalla durante videollamadas. Lo que nació como una herramienta práctica para soporte remoto o trabajo colaborativo se ha convertido en un recurso explotado por ciberdelincuentes para robar datos, identidades y grandes sumas de dinero. Los reportes se multiplican en países como Reino Unido, India, Brasil y Hong Kong, donde una víctima llegó a perder HK$5.5 millones (alrededor de 600 mil euros) tras caer en un engaño meticulosamente planificado.
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