
Desde hace un tiempo, las conexiones Wi-Fi son un elemento fundamental de nuestra vida cotidiana. Esto no es ninguna sorpresa, si tenemos en cuenta que el hardware de última generación te permite poner en funcionamiento tu conexión inalámbrica en línea en apenas unos segundos. Los pasos son muy sencillos: sólo hay que conectarlo, asignar una contraseña y ya puedes navegar. Esto es muy práctico, pero implica el peligro de descuidar los riesgos potenciales. Consulta nuestros sencillos consejos para garantizar una mayor seguridad.
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