
La irrupción de Amazon en el mundo empresarial, erigiéndose como el gran gigante del comercio electrónico a nivel global, hizo tambalear los cimientos del sector retail, que se vio de pronto superado por una compañía que, como proclama su lema: “de la A la Z”, nutre su catálogo de una gran variedad de productos y servicios. Ante esta situación hubo dos tipos de respuesta: los que empezaron a vender sus productos en Amazon pagando por ello, y los que decidieron pelear desde sus propias tiendas online. Hoy en día Amazon es una plataforma compuesta por un número muy extenso de vendedores externos, que a finales de la última década sumaba más de 2,5 millones de proveedores activos.
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