
Los videojuegos multijugador en línea, así como todos los esports, van ganando terreno a los videojuegos monojugador, una tendencia que ha sido afianzada durante la pandemia, motivada por la imposibilidad de interacción social física. Estos títulos permiten a los jugadores interactuar, pero al ser en línea y depender, en muchas ocasiones, de micropagos por parte de los usuarios, se han convertido en el objetivo de los ciberdelincuentes. Además, debido al coste que suponen los extras de estos títulos, algunos usuarios buscan gangas y comprarlos en tiendas virtuales de terceros. Esto los convierte, en ocasiones, en víctimas de todo tipo de estafas.
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