
Más del 15% de la población mundial o, lo que es lo mismo, alrededor de mil millones de personas, tiene algún tipo de discapacidad, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Existen muchas formas de deficiencia o discapacidad, que pueden afectar tanto a la visión, como a la audición, la movilidad y/o la cognición. Por ello, la accesibilidad y el diseño inclusivo se tornan imprescindibles, persiguiendo la creación de productos, servicios o lugares de trabajo que puedan ser utilizados por tantas personas como sea posible.
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