La inteligencia de amenazas se está transformando en una de las herramientas más valiosas para los equipos de ciberseguridad. Lo que antes era patrimonio exclusivo de agencias gubernamentales, hoy es clave para cualquier organización que quiera anticiparse a los ataques. Esta evolución viene impulsada por dos factores decisivos: la integración de inteligencia artificial y la incorporación de nuevas fuentes de datos altamente especializados.
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