La llegada de internet ha cambiado por completo la forma en la que consumimos entretenimiento. En concreto, para la televisión, el medio por excelencia elegido para el entretenimiento en las familias españolas durante muchos años, las nuevas tecnologías han propiciado el nacimiento de una potente competencia: las plataformas de vídeo Over The Top (OTT). Las OTT, o servicios de libre transmisión, son aquellas plataformas que proveen de servicios gracias a la conexión a internet, sin necesidad de tener operador de servicio. En España, las principales plataformas de vídeo Netflix, Prime Vídeo, Disney + y, hasta ahora, HBO.
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La crisis provocada por el COVID-19 está revolucionando los hábitos de vida a nivel global. La cuarentena decretada por el Gobierno de España y el conjunto de medidas asociadas a este dictamen ha obligado a los ciudadanos a vivir una situación de confinamiento cívico que busca romper la propagación del virus. En este contexto, que plantea un escenario totalmente desconocido para el grueso de la población, la ciudadanía busca cómo entretener las horas de “acuartelamiento” de las formas más insospechadas y, naturalmente, de algunas más mundanas.
WannaCry, Petya, HBO… en estos momentos no cabe dudad de que cualquier persona u organización puede convertirse en objetivo para los ciberdelincuentes. Los ataques continúan creciendo a un ritmo alarmante – en volumen, sofisticación e impacto. Por tanto, es necesario entender que todos estos ataques sufridos deben servir como toque de atención, pues pone de manifiesto cómo cualquier empresa puede verse afectada por ataques de este tipo. Asimismo, estos ataques muestran al mundo las terribles consecuencias a las que tienen que enfrentarse las que se vean afectadas.
En la madrugada del domingo al lunes, técnicamente el día 17 de julio, arrancará la séptima temporada de Juego de Tronos (@GameOfThrones), y en Twitter ya está todo preparado. De hecho, el invierno ya ha llegado a la plataforma.
La piratería ha pasado de moda. Descargar contenidos ilícitos de la red es ahora un comportamiento obsoleto, propio de los internautas que aún no han subido al tren del consumo fácil, barato y de calidad que ofrecen plataformas como Netflix, Spotify, Movistar o HBO. Los expertos señalan que hay un cambio de mentalidad y una ruptura de los hábitos anteriores. Una encuesta de la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) pone cifras a esta nueva realidad. Según el último estudio realizado por este organismo, uno de cada cuatro europeos paga por contenidos de fuentes legales, una cifra que ha pasado del 20% el 2013 hasta el 27%. Entre los jóvenes, asciende a cuatro de cada diez.
En otros países, como EE.UU. compartir tu contraseña de Netflix, Spotify o HBO para que tus amigos o familiares puedan ver o escuchar sus contenidos ya es un crimen federal desde hace algunos meses. Es más, se trata de un delito perseguible por la Ley de fraude electrónico estadounidense.
El Candelero Tecnológico 