
En un contexto global donde la demanda de datos y la digitalización están alcanzando niveles sin precedentes, las infraestructuras críticas, como los centros de datos, las instalaciones industriales y los edificios inteligentes, se enfrentan a desafíos cada vez más complejos. La necesidad de garantizar un suministro eléctrico ininterrumpido, eficiente y sostenible se ha convertido en una prioridad para asegurar la continuidad operativa y cumplir con los objetivos medioambientales.
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