
En verano llega la época de festivales, conciertos y eventos al aire libre que tanto tiempo se espera durante el resto del año. Entre la emoción, los planes improvisados y las entradas agotadas también aparece un invitado no deseado: la estafa digital. La desesperación por no quedarse fuera de los eventos puede llevar a decisiones impulsivas, precipitadas y, con todo ello, a perder tanto el dinero como la ilusión.
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