Es cierto que durante años se han incorporado a esta profesión, dentro y fuera del sector de las TI, personas con poca cualificación, dedicación o seriedad hacia el cliente, lo que en ocasiones ha desmerecido la labor desarrollada por buenos profesionales, y por tanto la imagen de la que realmente es una de las profesiones más difíciles: la venta de servicios.
Para desempeñar esta labor se requiere una combinación de cualidades que necesitan mejora constante y evolución, además de una actitud mental positiva, disciplina y resistencia. Entre estas cualidades están la empatía, conocimiento técnico del producto, la imagen, la vocación de servicio, la capacidad de entender las necesidades del cliente para proponer soluciones que le beneficien y, por último, la que para mi es primordial: la capacidad de construir relaciones basadas en la confianza.
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