
Un único incidente de seguridad puede poner en jaque la continuidad de una organización. La pérdida de propiedad intelectual o datos sensibles de clientes genera un efecto dominó que abarca desde pérdidas millonarias hasta daños reputacionales irreparables. Según el Informe Cost of a Data Breach 2025 de IBM, el coste medio de una brecha asciende a 4,5 millones de dólares, una cifra que puede dispararse en función del tipo de datos comprometidos. ESET, compañía líder en ciberseguridad, advierte sobre la urgencia de incorporar el cifrado de datos como elemento central en la estrategia de protección empresarial.
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