
La revolución de la transformación digital global de la que actualmente somos partícipes redefine lo que significa comprender a los clientes y gestionar su experiencia. Lo digital habilitó las comunicaciones a través de las apps, pero ahora surge la posibilidad de aplicar una capa de inteligencia que permite aprender y automatizar conectivamente. El punto clave del futuro es la IA que ofrece opciones, da control al cliente y es conveniente e instantánea. En este nuevo mundo que se está dibujando la experiencia del cliente mejorará exponencialmente a medida que la IA comience a anticiparse y adaptarse a las necesidades de los mismos incluso antes de que el propio cliente lo sepa, en una interacción hiperpersonalizada.
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