Durante los últimos años, se ha utilizado la inversión como una herramienta de medición de la importancia de una tecnología. Si nos fijamos en la Inteligencia Artificial podemos decir que vive una época dorada, gigantes como Google, Apple, Microsoft, Yahoo… han invertido durante los últimos años millones de euros en ella mediante la adquisición de start-ups especializadas.
La evolución de esta tecnología la hemos vivido en nuestro día a día sin darnos cuenta, pasando del asistente Clippy en Word a Alexa en nuestro hogar. Un ejemplo aportado por Alberto de Torres, director del Programa Superior de IA en ICEMD y CEO de Nektiu, durante su intervención en la jornada ofrecida por ICEMD, el Instituto de la Economía Digital de ESIC.
La actividad comenzó con la intervención de De Torres, quien detalló la evolución de esta tecnología y las diferentes tipologías en las que podemos categorizarla dependiendo de su uso: la estrecha, que sirve solo para una aplicación, la de varios dominios, en la que intervienen distintos elementos, y la general, que toma capacidades humanas que permitiéndole tomar decisiones propias. Una variedad dentro de esta tecnología que, para el experto de ICEMD, nos presenta ante una nueva era en la que “está todo por hacer, existen multitud de nuevas oportunidades como por ejemplo la convergencia de esta tecnología con Blockchain”.
A continuación, Irene Gómez Vallejo, miembro fundador de Ocean Protocol, puso de manifiesto la labor de código abierto que se está realizando para desarrollar un nivel más en Internet hasta llegar a la Web 3.0, la cual permitirá el intercambio y creación de valor del dato. Y es que, para Gómez, esta revolución tecnológica significa que estamos en lo que definió como una guerra constante, “una guerra de inversión en el ámbito mundial, de talento para encontrar a quienes sean capaces de explicar a las empresas la conexión de esta tecnología con el negocio; una guerra de transparencia en las compañías, y una guerra para encontrar la mejor forma de consumir IA dentro de las empresas”.
Tras las intervenciones de estos dos expertos, se dio paso a una mesa compuesta por Federico Rodrigo Vázquez, Coordinador healthstart Madrid y Co-fundador en u-Care Digital Health; Sergio Raja, Responsable People Analytics en Naturgy; Carlos Creus, Director del Sector Industrial en IBM; Nacho Rodríguez, Lead Data Scientist en Vodafone Business; y Jaume Portell, CEO en Beabloo.
Entre las principales ideas que se mencionaron destaca la necesidad común de ofrecer soluciones para normalizar los datos, ya que el consenso entre todos los ponentes fue que, actualmente, se pierde mucho tiempo en el procesamiento de estos. Según Francisco Rodrigo, “esta es una oportunidad para las empresas, ya que quien dé el primer servicio de calidad que ayude en esta área habrá encontrado un nicho con el que sacar mucho beneficio. Las empresas necesitan ayuda con la gran cantidad de datos o información”.
Un hecho que debe hacer recapacitar a las compañías para no obtener grandes cantidades de datos, sino seleccionar e investigar aquellos que realmente se necesitan. De esta manera, se pueden generar de forma más rápida, soluciones que fomenten IA de calidad. Para Carlos Creus, “la IA se ha trabajado mucho en los laboratorios, pero siempre se quedaba en recomendaciones. No ha habido una implantación masiva de la IA en la gestión diaria de la compañía. Además, nos enfrentamos al reto de la capacidad de procesamiento de estos datos con las máquinas adecuadas”. Sergio Raja indicó que “se ha pasado de la analítica más descriptiva a modelos más avanzados, hemos tardado años. Y una vez comenzado, industrializarlo es complejo”
Esta problemática está relacionada, para Jaume Portell, con “una falta de talento increíble para hacer frente a estos retos. Tenemos que formar tanto a nuevas generaciones como a los propios empleados de las empresas si queremos ser competitivos. Esta escasez de profesionales formados adecuadamente en el ecosistema del dato se convierte en un problema estructural”
Una competencia relacionada con las barreras, tanto de formación como las impuestas por las instituciones. Ante este tema las posturas fueron dispares, ya que mientras algunos veían una limitación o pérdida de competitividad, otros como Nacho Rodríguez veían en la regulación, mucho más estricta en Europa que en EEUU “una garantía de que lo que se hace con esta tecnología se realiza con cuidado respetando a las personas, un habilitador que nos guía en cierta forma para no olvidar la ética en la tecnología”.
Por último, la jornada terminó con la intervención de Javier Martínez, Customer Engineer Manager en Google, quien apuntó que “todavía falta mucho para que veamos implantada la Inteligencia Artificial general. Para alcanzarlo se debe empezar por el dato, el cual dependerá del modelo de obtención tengamos. Seguido vendrá la capacidad de entrenamiento de las inteligencias artificiales ,y por último, la capacidad de computación”.