
Cada año, durante los meses de primavera y verano, el cielo ofrece una de sus vistas más bonitas: la aparición del centro de la Vía Láctea en el horizonte. En zonas alejadas de la contaminación lumínica, se puede ver sin problema una columna de luz delicada y curvada que cruza la noche con una presencia casi mágica. Lo que muchos no saben es que este fenómeno no requiere telescopios ni filtros especiales: basta con un móvil, un trípode y algo de planificación para lograr capturas espectaculares. Si además le añades un poco de imaginación, el límite lo pones tú.
Sigue leyendo

