
La pandemia de la COVID-19 ha afectado de forma profunda a multitud de sectores, entre los que destaca el turístico. El sector ha pasado de aportar el 14,5% del PIB nacional antes de la pandemia al 4,3% el 2020 y, ante la incertidumbre derivada de restricciones en continuo cambio, el plazo con el que los usuarios contratan sus viajes y alojamientos se ha reducido de forma muy acusada desde los más de 60 días que resultaban habituales antes de la pandemia. En la actualidad, hasta el 40% de los viajes se reservan con menos de una semana de antelación. De hecho, el 20% del total de las reservas ahora se efectúan con menos de un día de antelación, concentrando, además, la demanda en momentos en los que se anuncia una relajación de las restricciones.
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