Los juegos de cartas coleccionables llevan mucho tiempo entre nosotros y han podido adoptar numerosas formas como un medio de entretenimiento y competición. Desde las cartas físicas que sirven para recrear combates estratégicos combates entre jugadores sobre un tablero hasta el formato digital, donde esos mismos combates amplían sus posibilidades gracias a un mayor número de variables computables. Pero una carta puede representar mucho más, y así lo ha querido demostrar el estudio sueco Image & Form con SteamWorld Quest: Hand of Gilgamech, un nuevo indie de peso, ya disponible para Nintendo Switch.