Desde hace algunos años, a la hora de elegir software, los usuarios manifiestan cada vez más su rechazo a las aplicaciones informáticas complejas y poco intuitivas. Esta tendencia llega al punto de que, actualmente, se da al menos la misma importancia a la usabilidad y la facilidad de aprendizaje de los programas que a sus capacidades de gestión, si no más.
Esta necesidad de contar con un interfaz sencillo y fácil de aprender proviene del reciente auge de las aplicaciones para tablets y Smartphones. El intuitivo manejo de sus interfaces táctiles ha permitido su difusión casi universal. ¿A quién le hace falta un manual de ayuda o un curso de formación para utilizar una aplicación en su iPad?
Sigue leyendo