Si no tenemos el control sobre los servicios de conectividad es muy probable que nuestras aplicaciones alojadas en la nube sufran algún tipo de degradación en la calidad del servicio.
Por lo general, los proveedores de servicios Cloud sólo proporcionan acceso a internet como vía de acceso a las aplicaciones. En el caso de las aplicaciones web, este tipo de acceso es más que suficiente ya que los usuarios se conectan a través de internet y es interesante que el contenido sea lo más accesible que se pueda.
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