Vivimos en la era de los dispositivos, hogares, electrodomésticos y servicios públicos inteligentes. Todo se puede conectar o aumentar digitalmente de alguna manera. De hecho, en 2020 habrá 50.000 millones de dispositivos conectados. Con esas cifras no es difícil imaginar que las redes actuales pueden verse sobrepasadas.
Aunque el flujo de datos de las comunicaciones machine-to-machine (M2M) sea pequeño, el impacto puede ser significativo. Más aún, incluso con cantidades de tráfico relativamente pequeñas, las redes de hoy en día están optimizadas para un patrón de uso de humano-a-humano (H2H) y no para datos M2M. Se necesita mejorar y optimizar la escalabilidad de las redes, la priorización de datos, la partición de las redes y la segmentación en direcciones IP para protegernos de la sobrecarga de la red. Esto ayudará a diferenciar aplicaciones que tienen características diferentes, lo que asegurará la conectividad entre dispositivos M2M y la red, así como con los servidores de aplicaciones.
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