En los hogares cada vez existe un mayor número de dispositivos ‘conectados’ a la red como aparatos domóticos, ordenadores, tablets, smartphones, televisiones o video consolas, entre otros. Esto supone que las familias poco a poco van quedando más ‘expuestas’ a la acción de posibles ciberdelincuentes, si no protegen adecuadamente sus entornos.
Sigue leyendo