En un momento en el que proliferan las noticias sobre ataques cibernéticos, sobre nuevos escándalos de la NSA (una de las agencias de inteligencia de los EE.UU) o sobre robos de datos masivos (como el caso de Sony), las empresas con presencia internacional parecen indefensas y plantean la pregunta más relevante para el 2015: ¿Cómo podemos proteger nuestra información empresarial y nuestros archivos de datos más críticos, incluso cuando los servicios en la nube o los centros de datos con mayor nivel de seguridad no pueden hacerlo?
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