
En medio del mar de incertidumbre económica, hay algo que se perfila como innegociable para las empresas tecnológicas: un modelo económico de nube bien definido. Con la creciente necesidad de optimizar los costes, el control del gasto en la nube ha pasado a ocupar un lugar prioritario en las listas de prioridades de los CIO. Aunque sólo en el primer trimestre de 2023 se registró un gasto abrumador de más de 63.000 millones de euros en servicios en la nube, la historia reciente dictaría que hasta un 30% de este gasto es innecesario. Este sorprendente hecho pone de relieve la necesidad de que las organizaciones cuenten con un plan de tecnología en la nube que se ajuste a sus expectativas financieras. Profundicemos en las tres áreas clave en las que deben centrarse las empresas tecnológicas.
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