
Minecraft es uno de los videojuegos más populares del mundo y un espacio creativo para millones de jugadores, especialmente jóvenes. Sin embargo, esa misma apertura lo convierte también en un terreno fértil para los ciberdelincuentes. Según advierte ESET, compañía líder en ciberseguridad, los mods de Minecraft – extensiones que amplían la experiencia de juego – se han convertido en un vector habitual para propagar malware y robar datos personales.
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