
La reciente condena de Meta Platforms —matriz de Facebook e Instagram— a abonar 479 millones de euros a 87 editoras digitales españolas por competencia desleal, al utilizar datos de usuarios sin el consentimiento adecuado, marca un hito en la protección de la privacidad digital. Aunque esta resolución se centra en el ámbito publicitario, vuelve a poner en primer plano el valor de nuestros datos personales y cómo se explotan en el entorno online.
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