En el mercado online actual, la frontera entre cliente y producto es cada vez más difusa y los datos han conseguido que, si no pagas por un producto, el producto probablemente seas tú. El ímpetu por maximizar beneficios ha conseguido que se popularice el comercio ilegal de datos entre empresas, se ha creado una autentica red de tráfico de información sobre los usuarios, una actividad ilícita que nos afecta a todos y ante la cual los poderes públicos aún no han tomado cartas en el asunto.
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