La mejor opción es usar una conexión VPN (Red Privada Virtual), aunque muchos administradores de servicios públicos de conexión a Internet bloquean este acceso para asegurarse de que su red no se utilizará con fines malintencionados.

En vacaciones nos vamos de viaje y pasamos mucho más tiempo fuera de casa. Durante esas horas de ocio no queremos renunciar a conectarnos a Internet desde nuestros dispositivos, pero tampoco queremos que la factura nos dé un susto a final de mes. Los aeropuertos, hoteles o cafés suelen tener hotspots o puntos de conexión Wi-Fi gratuitos que nos permiten seguir navegando en la red sin coste alguno, pero la mayoría de las veces estos datos no están cifrados, lo que significa que cualquiera puede interceptarlos con fines maliciosos.
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