
La española Simplicity Works da el salto a los grandes fabricantes americanos con Bonding Cell, su innovadora tecnología para la creación de calzado. Un sistema que, tras ser testado por importantes firmas del sector, entra de lleno en fase industrial y se convierte en uno de los principales ejemplos de cómo la industria 4.0 comienza a impulsar la “globalización inversa”, una tendencia que está llevando a importantes marcas a relocalizar su producción en sus zonas de origen.
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La industria del calzado podría convertirse en el primer gran sector en abrazar la “globalización inversa”, una apuesta por relocalizar la producción en España a través de la innovación y el fomento de la i+D+I que ya ha forma parte del debate sobre el modelo económico post Covid-19. Una ayuda a esta reindustrialización de las firmas zapateras vendría de la mano de tecnologías como la creada por la compañía Simplicity Works, que ha desarrollado una técnica de fabricación para unir las diferentes partes de zapatos y zapatillas deportivas de forma más rápida, con menor uso de materiales y una gran reducción del coste de producción.