Según los datos de una encuesta realizada por Kaspersky Lab y B2B Internacional a finales de 2015, los bancos y las organizaciones financieras tienen dificultades para gestionar el fraude financiero online en la compleja escena actual. Más de un tercio (38%) de las organizaciones admiten que cada vez es más difícil saber si una transacción es fraudulenta o real.
El explosivo crecimiento de los pagos electrónicos, combinado con los nuevos avances tecnológicos, ha obligado a las empresas a mejorar la eficacia de sus procesos de negocio en los últimos años. En muchos casos, esto se ha logrado mediante la implementación de sistemas de flujo de correo para interactuar con proveedores y clientes, etc.
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