
Con más de 5.000 millones de usuarios activos en redes sociales a nivel mundial, las plataformas digitales se han consolidado como un pilar de conexión, información y negocio. Sin embargo, su uso masivo y la exposición continua de datos personales y profesionales las ha convertido también en terreno fértil para el uso malicioso de inteligencia artificial generativa para crear contenidos falsificados o deepfakes.
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