
A principios de la primavera de 2015, Kaspersky Lab detectó una ciberintrusión que afectaba a varios de sus sistemas internos. A raíz de este descubrimiento, la compañía puso en marcha una investigación que llevó al descubrimiento de una nueva plataforma de malware de uno de los actores más hábiles, misteriosos y poderosos del mundo APT (ataques avanzados persistentes): Duqu.
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