
“La caída de Cloudflare de hoy sigue el mismo patrón que ya vimos con las recientes interrupciones de servicio de AWS y Azure. Estas plataformas son vastas, eficientes y las utiliza casi cualquier faceta de la vida moderna. La parte positiva es evidente: su escala mantiene los costes bajos, hace que las herramientas de seguridad sean más accesibles y proporciona incluso a las organizaciones más pequeñas un nivel de rendimiento que antes habría sido imposible. La parte negativa es igual de clara: cuando una plataforma de este tamaño falla, el impacto se extiende de forma amplia y rápida, y todo el mundo lo siente a la vez.
Sigue leyendo





