Cuatro consejos tecnológicos para afrontar el aumento de la demanda hotelera este verano

En estos últimos meses, el sector de la hostelería ha pasado por uno de los peores momentos de su historia. Las restricciones han provocado un descenso en los desplazamientos turísticos y, en algunas ocasiones incluso el cierre de establecimientos con el fin de minimizar el impacto del virus. Sin embargo, la integración del pasaporte COVID-19 de la Unión Europea, la apertura de las fronteras, así como el inminente fin del uso de la mascarilla en espacios abiertos insuflan esperanzas a gran parte del sector en nuestro país, que deberá competir este verano por ofrecer nuevas tecnologías, no solo enfocadas en una experiencia satisfactoria y personalizada, sino también segura.
Frente a un panorama sanitario cada vez más optimista gracias al progresivo descenso de casos y a la vuelta de los extranjeros a nuestras ciudades y playas, las empresas hoteleras deberán posicionar su establecimiento frente a los de su competencia. Para ello, es fundamental que la tecnología que se integre, no solo se encuentre actualizada, también debe optimizar el espacio disponible para satisfacer la alta demanda, así como las exigencias y necesidades de los clientes. Por ello, algunas posibilidades como ofrecer un proceso de check-in y checkout sin acudir a la recepción, facilitar la vida de las personas alojadas en el hotel a través de procesos tecnológicos acordes a esta nueva era digital o la posibilidad de realizar pagos a través de dispositivos wearables o que incluyan NFC con seguridad, se han convertido en claves para la supervivencia de los hosteleros.

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