
A pesar del aumento generalizado de los precios, sigue siendo más rentable y sostenible a largo plazo desplazarse con un coche eléctrico que con uno de combustible, según una investigación reciente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Con una recarga privada, el coste del eléctrico alcanza los 470 euros por cada 10.000 kilómetros, frente a los 1.145 euros del coche de gasolina.
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