
Las pymes son el caballo de Troya de la era digital. Los grupos organizados de hackers saben bien que las grandes corporaciones están cada vez más preparadas para repeler sus ciberataques. Y, como cada vez les resulta más difícil superar sus barreras de seguridad, los cibercriminales optan por colarse en la cadena de suministro de las pymes, a la espera de la oportunidad de colarse, a través de ellas, en los sistemas del Nasdaq o del Ibex 35.
Pero, además de pacientes, los hackers son eficientes. Así, mientras esperan a que surja una puerta de entrada para robar datos o dinero en las grandes empresas, aprovechan para esquilmar a las pymes que utilizan como puerta de entrada.
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