
Los ataques por Denegación de Servicio (DDoS) son algo muy común y un modus operandi muy habitual entre grupos organizados como Anonymous.
Por lo general, se llevan a cabo mediante la programación de botnets, que son redes de robots que ejecutan de manera autónoma y automática algún programa. Si el artífice del botnet controla todos los dispositivos infectados de forma remota puede hacer un ataque DDoS para que decenas, cientos o millones de aparatos hagan llamadas a un servidor y así, colapsarlo.
Sigue leyendo
En el primer trimestre de 2018, las botnets DDoS atacaron recursos online en 79 países, según publica Kaspersky Lab en su informe del primer trimestre de 2018 sobre ataques DDoS asistidos por botnet. Entre los que experimentaron mayor cantidad de ataques se encontraban de nuevo China, EE.UU. y Corea del Sur, que continuaron a la cabeza en lo que a número de servidores disponibles para los ciberatacantes y, lógicamente, por el número de sitios y servicios alojados en ellos. Hong Kong y Japón sustituyeron a los Países Bajos y Vietnam entre los 10 países objetivos principales.