
La española Simplicity Works da el salto a los grandes fabricantes americanos con Bonding Cell, su innovadora tecnología para la creación de calzado. Un sistema que, tras ser testado por importantes firmas del sector, entra de lleno en fase industrial y se convierte en uno de los principales ejemplos de cómo la industria 4.0 comienza a impulsar la “globalización inversa”, una tendencia que está llevando a importantes marcas a relocalizar su producción en sus zonas de origen.
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