Las empresas ya han comprendido el potencial que tiene el cloud computing para, por ejemplo, innovar y comercializar nuevos productos y servicios en el mercado. Con todo, la migración a la nube introduce nuevos retos para las empresas, incluyendo un mayor riesgo de ser demandadas por infracción de derechos de propiedad intelectual o industrial (IP, por sus siglas en inglés).
Un estudio reciente de Boston Consulting Group identificó que, en los últimos cinco años, en Estados Unidos ha crecido un 22% el número de pleitos por infracción de IP relacionada con la nube. En ese mismo periodo, se han incrementado en un 35% las adquisiciones de patentes relacionadas con la nube por parte de entidades no practicantes, es decir, empresas dedicadas únicamente a ejercitar derechos de patente (también llamadas trolls de patentes).
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